Una despedida con sabor a marketing: duras críticas a la gestión de Diego Valenzuela en Tres de Febrero

El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, difundió un video en redes sociales para despedirse de los vecinos tras una década de gestión. En el material, el jefe comunal repasa su paso por el municipio con un tono emotivo y cargado de agradecimientos, asegurando que “deja la llave puesta y el municipio en marcha”.

Región 11/12/2025
valenzuela

Sin embargo, el mensaje generó más cuestionamientos que adhesiones, especialmente por parte de quienes consideran que el cierre de su ciclo está lejos de ser el balance positivo que intenta mostrar.

Durante sus años de gobierno, Valenzuela se caracterizó por un estilo de gestión más enfocado en la comunicación y la imagen que en las transformaciones de fondo. Muchos vecinos señalan que las promesas de obras, mejoras en seguridad y eficiencia en los servicios públicos nunca se concretaron plenamente, y que el municipio arrastra hoy problemas estructurales en materia de infraestructura, mantenimiento urbano y políticas sociales.

El video de despedida —cuidado en su edición, con tono emocional y planos calculados— busca mostrar a un intendente agradecido y satisfecho. Pero detrás del relato prolijo aparecen los claroscuros de una gestión marcada por la improvisación, el marketing político y la falta de continuidad en los proyectos.

A lo largo de sus mandatos, Valenzuela priorizó anuncios y actos públicos antes que resultados concretos. Las inversiones prometidas en materia de obras, limpieza y seguridad tuvieron avances parciales, mientras el distrito sigue padeciendo falencias básicas. Incluso, sus últimos meses al frente del municipio estuvieron atravesados por polémicas políticas y giros discursivos, más pensados en su futuro personal que en el bienestar de los vecinos.

El cierre de su gestión llega, así, envuelto en un discurso emocional que parece más una estrategia de despedida que un acto de rendición de cuentas. Valenzuela intenta posicionarse como un dirigente responsable que “deja todo en orden”, pero el contraste con la realidad barrial y las demandas insatisfechas de la comunidad pone en duda esa versión.

Más allá del video y las palabras de agradecimiento, el balance de su paso por Tres de Febrero deja la sensación de una gestión que apostó a la imagen antes que a los resultados, y que hoy se despide sin asumir con autocrítica los desafíos pendientes. El mensaje final, lejos de emocionar, expone una gestión agotada que deja más promesas que certezas.

 

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