Ishii eligió a una sanitarista como intendenta interina y frena la interna por la sucesión

La decisión reconfigura por ahora la disputa interna por la sucesión y patea hacia adelante la tradicional puja por el liderazgo del peronismo en el distrito.

Con la reciente asunción de Ishii como senador bonaerense, era inminente la definición sobre quién ocuparía su lugar al frente del Ejecutivo municipal durante el periodo de licencia. En una movida que dejó de lado las expectativas políticas de sectores que buscaban posicionarse como posibles herederos para las elecciones de 2027, el intendente optó por una figura técnica y de perfil sanitario para ocupar interinamente el cargo.

Lorena Espina, hasta ahora directora de Epidemiología del municipio, asumirá la conducción del Ejecutivo paceño. Su designación implica que quedan momentáneamente relegados dos de los nombres que más sonaban dentro del peronismo local como posibles sucesores: Roberto Caggiano y Pablo Mansilla, ambos dirigentes con fuerte arraigo en las estructuras del partido y considerados protagonistas de la interna de poder local.

La elección de una sanitarista para el cargo, ampliamente reconocida por sus antecedentes técnicos en salud pública y gestión sanitaria, fue interpretada por varios referentes como una estrategia para descomprimir tensiones internas y dar un perfil menos confrontativo a la transición transitoria. La jugada política, además, pone en pausa la disputa por la candidatura a intendente que ya se empezaba a perfilar de cara a los comicios futuros, y abre un espacio de incertidumbre sobre cómo y cuándo volverá a tomar fuerza esa pelea.

Desde el entorno oficialista se argumenta que la designación responde a la necesidad de garantizar continuidad administrativa y técnica en un área sensible como la salud, sin inclinar la balanza hacia ninguna de las facciones en disputa. Así, la figura de Espina, con formación específica en salud y experiencia en el manejo de políticas sanitarias, fue presentada como un perfil idóneo para liderar el municipio de forma transitoria.

La decisión de Ishii también marca un momento político clave para José C. Paz: no sólo será observada como el inicio del rol del intendente en el Senado provincial, sino también como una posible señal sobre cómo se manejarán las tensiones internas en el peronismo local de cara a los próximos años.

De esta manera, el ciclo interno que, hasta hace poco, parecía encaminarse hacia una confrontación abierta entre figuras con ambiciones territoriales, quedó momentáneamente suspendido en favor de una conducción que prioriza la gestión técnica y la estabilidad administrativa en un momento de transición institucional.