San Martín: el bastión peronista que sintió fuerte el avance libertario

La participación electoral también marcó un salto: pasó del 54,6% en septiembre al 65,1% este domingo, lo que significó un margen importante de votantes adicionales en las urnas.

El dato más llamativo es la abrupta caída del peronismo, que perdió 10 puntos en apenas 45 días. En septiembre había sacado 16 puntos de ventaja en la elección local, pero la ola violeta redujo esa diferencia a la mínima expresión. El crecimiento libertario fue meteórico: de estar lejos en la elección provincial, pasó a disputar voto a voto la victoria en el distrito.

Desde el espacio libertario, Guillermo Imbrogiano, uno de los referentes locales, celebró el avance: “Lo que pasó en San Martín demuestra que la gente está cansada de los mismos de siempre. En apenas un mes logramos achicar 14 puntos la diferencia con el peronismo porque llevamos un mensaje claro de cambio y libertad”. Además, señaló que “Esto no es casualidad: es el reflejo de vecinos del distrito que ya no se conforman con promesas vacías y que empiezan a animarse a votar distinto. San Martín dejó de ser un bastión intocable y hoy es un distrito en disputa. Si en 45 días pudimos crecer así, lo que viene es todavía más grande”.

En la otra orilla, el concejal de Fuerza Patria Juan Eslaiman, referente del Frente Renovador en San Martín, buscó poner en valor la victoria de Fuerza Patria y la necesidad de cohesión interna: “La importancia de la unidad fue clave para volver a ganar en San Martín. A nivel provincial y nacional millones de argentinos nos eligieron para que cuidemos lo que está en juego: el gobierno habló de acelerar, piensan que tienen un cheque en blanco, se vienen momentos de más ajuste y endeudamiento, y estaremos plantados para cuidar a los argentinos” destacó.

En San Martín también puede observarse en clave de “multiplicidad del voto”. Al igual que en otros distritos del conurbano, una porción relevante del electorado distingue entre lo local y lo nacional: respalda al peronismo en la gestión municipal, pero a la hora de elegir proyecto de país se inclina por La Libertad Avanza. Esa dualidad muestra que el voto ya no es lineal, sino que se fragmenta según el nivel de gobierno y la agenda en disputa. Para el peronismo, el desafío es doble: sostener la gestión territorial y, al mismo tiempo, reconstruir un relato nacional que vuelva a seducir a un electorado que hoy se siente más atraído por la narrativa de cambio libertaria.

El resultado deja a San Martín en un sentido ambiguo. El peronismo logró retener el distrito en las elecciones nacionales, pero con un retroceso que enciende alarmas. La Libertad Avanza, en cambio, mostró que puede crecer a un ritmo acelerado, al calor de la nacionalización de la elección, y convertir a un bastión histórico en terreno de disputa real. La elección marca que La Primera está en plena reconfiguración y que San Martín ya no es un territorio asegurado para nadie.