Corre peligro de cierre el Centro Cultural de la UNGS

Los recortes presupuestarios obligaron a suspender las actividades gratuitas. No se renovaron contratos docentes ni becas estudiantiles. Los trabajadores realizaron una jornada en defensa de la cultura.

Actualidad01/03/2024
NOTA 1 CENTRO CULTURAL

Por Rodrigo Lescano

 

“Tristeza infinita”, “la cultura no se apaga”, “plan de lucha” y “este gobierno nos quiere sin cultura” son ejemplos de las decenas de comentarios que recibió la cuenta de Instagram del Centro Cultural de la Universidad Nacional de General Sarmiento cuando avisó, hace dos semanas, que las formaciones gratuitas habían sido suspendidas por tiempo indeterminado producto las decisiones presupuestarias que tomaron las autoridades nacionales para las universidades.

Este ajuste implica que no se pueda sostener la propuesta formativa que, desde hace veinte años, ofrece este espacio ubicado sobre las calles Roca y Favaloro en el partido de San Miguel. En consecuencia, veinticinco docentes fueron despedidos y se dieron de baja diez becas estudiantiles, lo que lleva a que trescientos estudiantes se queden sin clases y disminuyan las visitas guiadas al museo que funciona allí.

El Centro Cultural UNGS (CCUNGS) dicta talleres y diplomaturas relacionadas con el teatro, la música, las artes visuales, la comunicación y la danza. Allí funcionan coros y ensambles, así como también un museo interactivo que acerca a los estudiantes de la zona el conocimiento científico a través de la experimentación.

El recorte de fondos obliga al CCUNGS a solo mantener los cursos y talleres arancelados. Con un valor mensual de doce mil pesos, los estudiantes solo podrán elegir cursar: fotografía digital nivel II, iniciación al teatro I, liberación de la voz I y II, herramientas y técnicas de sonido en vivo, taller de talla y calado de madera y taller de entrenamiento actoral.

 

Proyecto de disolución del Estado Nacional

La bronca expresada en las redes sociales se manifestó el martes de la semana pasada cuando los trabajadores del CCUNGS convocaron a un “cartelazo” en las instalaciones de su espacio de trabajo. Más de doscientas personas -entre las que se encontraban organizaciones sindicales, políticas y sociales- acudieron al llamado en defensa del goce y la producción de la cultura.

El vicerrector de la UNGS Germán Pinazo se hizo presente y explicó las razones de la situación. Desarrolló que las partidas para los gastos de funcionamiento de la universidad fueron congeladas a valores de enero del año pasado. Este monto es de 38 millones de pesos. Mencionó que lo ocurrido “es algo inédito en los treinta años que lleva esta casa de estudios”.

“Nunca pasó que tengamos doscientos once por ciento de inflación y que, con una partida exactamente igual a la del año pasado, tengamos que sostener becas estudiantiles y de gestión, servicios públicos, transportes y salarios docentes y no docente”, agregó.

El doctor en Ciencias Sociales y licenciado en Ciencia Política aclaró que la gravedad presupuestaria atraviesa a todas las universidades y que, a pesar de que el Consejo Interuniversitario Nacional hizo una un pedido presupuestario en diciembre, se enteraron a fines de enero que el gobierno nacional recortó las partidas, generando así “la dificultad de planificar o tomar alguna decisión en relación a qué hacer con ese escaso dinero”.

Para Pinazo, el ajuste a las universidades se debe a que el gobierno libertario tiene un “proyecto de disolución del Estado Nacional”, al considerar que “todo impuesto es un robo y que el Estado es una asociación ilícita”. Sostuvo que el presidente Milei intenta instalar la idea de que “no nos tiene que importar si un vecino no pueda ir a la universidad o a una actividad cultural”. Convocó no solo a defender la educación pública, sino también a resguardar “la idea de comunidad que está detrás del concepto de Estado”.

 

Estrategias para ganar

El “cartelazo” que llevaron a cabo los empleados del CCUNGS junto a la comunidad consistió en una jornada cultural donde diferentes actores tomaron la palabra para describir el estado de situación, las repercusiones que provoca el recorte presupuestario, la historia y alcance del centro cultural y enfatizar la defensa de la cultura como derecho y la necesidad de pensar estrategias para hacer frente a este ataque.

Fue en este último punto donde se pudo ver diferencias de cómo superar este conflicto. El secretario de Cultura y Medios de la UNGS Alejandro Montalbán afirmó que la casa de estudios está pensando “mecanismos alternativos para buscar fuentes de financiamiento que permitan sostener las actividades”.

Emiliana Piccini, una de las docentes despedidas, declaró que es momento de “imaginar nuevas formas de resistencia”: “Es una responsabilidad ser creativos. Tomémonos un rato para pensar realmente de qué tenemos ganas de hablar y cuál es nuestro proyecto cultural, qué es lo que nosotros queremos hacer y no solamente estar poniendo todas las energías en resistir los embates”.

Por su parte, Diego Ferpozzi, profesor de la diplomatura de Jazz, definió que el ataque tiene como fin deteriorar la universidad en su conjunto: “Son los docentes, los estudiantes, los trabajadores de limpieza, de mantenimiento, de seguridad y la comunidad la que está perdiendo el acceso gratuito a la cultura. Por eso, me parece que tenemos que estar todos juntos y darle continuidad a esa unión”.

Considerando que el gobierno de Milei busca una reestructuración total del país en favor del FMI y de los grandes empresarios, Agustina Barrios, consejera superior por el claustro estudiantil y referente local del PTS en el Frente de Izquierda, manifestó que el cartelazo demostró que hay fuerzas para salir a pelear contra el ajuste a la universidad y que sería importante “empezar medidas de lucha porque no hay que esperar a que sigan cayendo nuestras condiciones de vida”.

 

 

 

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