Crimen del empresario en San Isidro: los detalles de la autopsia

Un empresario del rubro inmobiliario, identificado como Jorge Enrique De Marco, de 65 años, fue encontrado asesinado en su domicilio, en la localidad de San Isidro, en la zona norte del conurbano bonaerense.

Los resultados de la autopsia realizada en la Morgue Judicial de San Fernando revelaron que la víctima tenía dos costillas fracturadas, lo cual le produjo una broncoaspiración, que le causaron la muerte. Mientras que el cuerpo de la víctima, además, presentó quemaduras de cigarrillos.

Sin bien cadáver fue encontrado golpeado, los investigadores no sabían si las lesiones a simple vista habían sido suficientes como para quitarle la vida.

Mientras que consideraban la posibilidad de que De Marco haya sufrido un infarto a causa de los golpes y el miedo, aunque esta posibilidad fue descartada.

El cuerpo del hombre fue descubierto por un vecino, quien al no observar ningún movimiento ni ver al morador ingresó al domicilio, en Obispo Terrero y San José, donde se encontró con el cadáver.

Según el testimonio del vecino, luego verificado por el personal policial, dentro de la vivienda había un gran desorden, por lo que los investigadores sospechan que se trató de un asesinato con fines de robo.

De Marco era el propietario de una conocida inmobiliaria que operaba en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires. En las primeras pericias intervino personal de la policía científica, como así también la fiscal del distrito Carolina Asprella.

En medio de la conmoción por el brutal crimen, trascendió que De Marco, oriundo del exclusivo barrio de Las Lomas de San Isidro, donde pasó toda su vida, vivía solo y era hijo de comerciantes. Estudió abogacía y luego optó por hacer su camino en el mundo empresario, donde se dedicó al sector inmobiliario.

Por otro lado, era conocido por su activismo en favor de los derechos de los animales. Tanto que dedicaba tiempo a rescatar perros y gatos de la calle, encontrarles un lugar, asistir a otros vecinos que también lo hacían, y colaborar en refugios para animales.

De chico fue conocido por ser el hijo de la dueña de una conocida librería de la calle Belgrano, en pleno centro de San Isidro. De grande, como abogado, pero más por ser un férreo defensor de animales al punto tal de ser creador y presidente del Centro de Prevención de Crueldad al Animal (CPCA).

Por otro lado, era instructor en Tiro Federal, pero estaba en desacuerdo que en la publicidad de rifles de aire comprimido o escopetas de caza mostraran las armas junto a animales cazados.