López: “Las FFA existen para servir al Estado y proteger sus intereses vitales”

Capital24 entrevistó al Magister en Defensa Roberto Carlos López sobre la situación castrense y la Democracia, como un sistema integrado donde la FFAA toman un importante rol en la protección del interesa nacional y consustanciado con las instituciones gubernamentales civiles.

Política 06/03/2024
NOTA 1 ROBERTO CARLOS LÓPEZ

Por Nicolas Fernández Rivas

 

Roberto Carlos López es un abogado recibido en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y Magister en Defensa Nacional por FADENA-UNDEF, la universidad más prestigiosa en temas de defensa e inteligencia nacional. 

Su trabajo ha hecho hincapié en pensary aportar a un sistema de defensa y comunidad de inteligencia que tenga un papel central en una estrategia de desarrollo nacional, pero bajo control de las autoridades civiles y políticas del Estado, no solamente en el Gobierno si no también con la participación el Poder Legislativo como en los sistemas aplicados en grandes potencias. 

-Profesor, ¿Cómo se puede pensar una defensa e inteligencia enfocada a los objetivos nacionales pero estructuradas de tal manera que aún siendo subordinadas al poder civil se sientan convocadas? Hoy muchas veces ocurre que el militar no se siente parte de un proyecto colectivo y desarrolla su quehacer como un administrativo

-Tenemos que ubicarnos en grandes analistas que advirtieron estas cuestiones, uno de ellos es Samuel Huntington, quien pensaba -murió en 2008- que la profesión militar era absolutamente incompatible con la participación en la vida política: “La política está más allá del alcance de la competencia militar, el oficial militar debe permanecer políticamente neutro”. Para Huntington las relaciones civiles-militares asumen siempre la subordinación castrense a las autoridades gubernamentales, por supuesto, civiles, es decir, siempre implica el control civil sobre los militares, por lo que la responsabilidad y la competencia superior son del gobierno civil que conduce políticamente a la Defensa Nacional. Esto es mucho más claro en democracias constituidas, como es el caso de EEUU, por eso Ruth Diamint, desde una visión argentina nos dice que se trata de un entramado complejo porque si bien desde el retorno de la Democracia la sociedad civil ha avanzado sobre los estamentos institucionales no ha ocurrido lo mismo con la Defensa. Este particular vínculo es conflictivo y requiere la participación de la sociedad en el diseño del marco de seguridad, en otras palabras, el sistema democrático exige el “control civil” de los medios de coerción del Estado. El ejercicio del control civil demanda la formación de cuadros civiles profesionalizados en materia de seguridad y Defensa. En las posturas clásicas como la de Huntingthon, los militares subordinados y bajo directrices de control político civil deben tener una esfera de control propio, para pensarse y para desarrollar su profesionalidad militar. Pero lamentablemente, esta forma de entender la situación en América Latina y Argentina en particular puede haber alentado a los civiles a no participar en un debate legítimo sobre cuestiones de política relativas al uso del poder y la autoridad militar, que en definitiva son cuestiones que tienen que ver con un mayor grado de autonomía y libertad del Estado Nación, como el complejo paraguas que nos engloba a todos. 

-Nos quedan claros los aspectos institucionales o legales bajo los cuales se debe desarrollar la actividad de defensa pero ¿Cómo se trabaja en el orden de las representaciones, las aceptaciones de las normas, el convencimiento del sistema político ampliado sobre las fuerzas armadas profesionales? El control no pasa solo por la sanción al violar una norma, también requiere una adhesión a un proyecto colectivo, no partidario.

-Esto es lo que Huntington llama “control subjetivo”. Y es peligroso. Aquí, el control civil subjetivo es la forma más sencilla de reducir al mínimo el poder de los uniformados y se compone como la máxima potencia de los grupos civiles con respecto a los militares. Es decir, la máxima implicancia en las decisiones de la esfera civil sobre la militar, pero esto no siembre se da así y los resultados no suelen ser consistentes, porque persisten conflictos entre los diversos frentes políticos y que responden a intereses diversos, esas disputas sectoriales que permeabilizan a todo el Estado también llegan a las políticas de defensa. Las instituciones militares pasan a tomarse como un recurso de poder, para hacer frente a las disputas con otros grupos que se oponen a esos intereses. Esto es peligroso: el militar termina politizado y el civil militarizado.

El control civil subjetivo logra su fin al civilizar a los militares, hacerlos al espejo del Estado. El control civil objetivo logra su fin militarizando a los militares, haciéndolos una herramienta del Estado. El control civil subjetivo existe en una variedad de formas y permeabiliza todas las capas del Estado. La profesión militar existe para servir al Estado, para brindar el mejor servicio de protección de intereses vitales de la nación posible, toda esa vocación por la profesión de la fuerza militar debe estar constituida como un instrumento eficaz de política estatal. Dado que la conducción de la política sólo viene desde el nivel superior, esto quiere decir que la profesión tiene que estar organizada según una jerarquía de obediencia, con militares profesionales y conscientes de su misión, pero sin politizarse. Fomentar el profesionalismo es la manera más eficaz de alcanzar el equilibrio en las relaciones cívico-militares.

-Nos habla de una misión, ¿Se complementa con los valores democráticos?

- Por supuesto, pero no es lineal.  La democracia, por cuanto la autoridad civil representa la voluntad popular, y para el accionar de la Defensa, se lleva a cabo en el marco y en la forma que el Estado lo establece, contribuye al logro de los propósitos y objetivos de la Defensa y de las Fuerzas Armadas, en el contexto de los objetivos nacionales.

Ahora bien, todo depende de algo fundamental que no siempre se admite a viva voz, ni en el debate público: la madurez de los sistemas democráticos.  En ausencia de instituciones democráticas maduras, el control político  de los militares es el tema dominante en las relaciones civiles militares, algo que en el caso de las democracias más avanzadas adquiere un enfoque más funcional e integrador. En cada reunión de gabinete, hay un militar con experiencia estratégica dando su visión respecto de los proyectos gubernamentales, son escuchados y se retroalimentan mutuamente.  Es fundamental que el control civil no desmoralice al sistema de Defensa y que lo haga formar parte protagónica del interés nacional. 

- Mucho se habla del control del Gobierno o mejor dicho del Poder Ejecutivo, pero ¿Qué pasa con el Poder Legislativo, como participan de una política activa de Defensa y control?

-Es fundamental, entre las funciones indelegables, en primer lugar, se encuentra el debate y aprobación del presupuesto anual, sobre este particular, y entendiendo al presupuesto nacional como un plan de gobierno, se infiere que en temas de defensa nacional es posible generar influencias sobre la política de defensa y determinar la aprobación de algún ítem propuesto por el ejecutivo y reformulado finalmente por el legislativo, generando así un cambio o giro en la política propuesta inicialmente. Pero, esto no alcanza.  Respecto de esta cuestión, en Argentina, el parlamento, de naturaleza bicameral, constituye dos comisiones permanentes que deliberan y formulan proyectos en torno a la defensa nacional. 

El Congreso de la Nación, entre 1986 y 2006, acompañó con éxito la reformulación del sistema de Defensa Nacional, de Seguridad Interior e Inteligencia Nacional, con la sanción de un cuerpo normativo acorde a las democracias modernas que incluyen, en sí mismo, un efectivo dispositivo de control civil. El Congreso colaboró en la construcción de una estructura de gobierno de la defensa nacional que se erigió sobre los principios de transparencia y sumisión al marco legal establecido, garantizando el respeto a los derechos humanos y las libertades civiles.

 

* Es Abogado y Procurador Nacional UNLZ. Magíster en Defensa Nacional (FADENA-UNDEF).

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