
El cierre de listas dejó a la CGT fuera del juego político y expuso la crisis terminal de su conducción. Crecen las voces por una renovación profunda: un solo líder, voto directo y sindicalismo con proyecto.
Silenciados, desplazados y sin lugar en las listas, los tuiteros libertarios de Caputo quedaron afuera del poder real. La política se juega en el territorio, no en X. La lógica política es impiadosa, a los amigos nunca se les paga bien.
Política 23/07/2025El streaming arrancó con expectativa. El Gordo Dan —Daniel Parisini, vocero de la tropa digital libertaria— aparecía en cámara con cara de pocos amigos y un micrófono que prometía guerra. “Es bastante largo lo que tengo para decir”, advirtió. Pero no se escuchó nada. Veinte minutos de mímica en silencio. La voz del brazo armado digital se quedó muda justo cuando su gente necesitaba orientación. No fue error técnico: fue retirada. Un show irónico de impotencia.
Lo que debía ser una declaración incendiaria sobre su exclusión de las listas fue, en cambio, una performance vacía. Y el mensaje fue claro: no hay margen para la queja, ni siquiera entre los propios. La política real no se juega con hashtags ni promesas de épica tuitera. Se juega con estructura, billetera y contactos. Y en esa partida, el tridente Karina Milei, Sebastián Pareja y los Menem decidió dejar afuera a los influencers que alguna vez ayudaron a construir el relato.
Las Fuerzas del Cielo —ese ejército digital que operó como guardia pretoriana de Santiago Caputo— quedaron en el aire. El gobierno no les dio lugar en las listas del conurbano. Y en vez de romper el silencio con furia, lo llenaron de chistes internos, memes y gestos sarcásticos. Nadie se atrevió a criticar directamente a Karina Milei. Porque en esta nueva etapa, criticar a la hermana del presidente es pegarle al poder. Y al poder no se le pega, se le obedece o se lo enfrenta de verdad.
Cuando se apaga el WiFi, manda el territorio
En política, al amigo no se lo premia: se lo usa. Porque ya lo tenés gratis. El que vale es el enemigo que convertís. Eso lo sabe cualquier operador de los de antes, y lo está aplicando a la perfección el sector que quedó a cargo del armado: Pareja, Martín Menem y el incombustible “Lule”. Los tuiteros, en cambio, no entienden esa lógica. Piden lugar por mérito militante y por fidelidad. Error de base.
El reclamo de juventud, de pureza ideológica y de protagonismo digital fue sepultado con listas llenas de operadores, comisarios reciclados y ex funcionarios del macrismo y del monzoísmo. La política no premia coherencias, premia utilidad. Y si hay que subir a Leila Gianni o a Maximiliano Bondarenko, se los sube. Porque no se trata de ideales, se trata de votos y control de fierros.
Desde el lado de Caputo, el silencio fue elocuente. Los soldados digitales se quejaron por redes, pero los jefes bajaron el perfil. Nadie quiere romper el vidrio. Todavía. Porque Milei —aunque los haya dejado fuera del reparto— los sigue convocando a su mesa chica para apagar incendios con gobernadores o dar forma al relato internacional. Caputo sigue teniendo oficinas, contratos y contactos. Pero ya no define listas. Y eso, en este contexto, es quedarse sin poder.
Del cielo al suelo: fin de ciclo tuitero
La pregunta no es si Caputo sigue adentro, sino con cuánta espalda. Porque desde adentro de Casa Rosada ya deslizan que Guillermo Francos y Karina Milei van a rediseñar el esquema de poder. Y el vínculo con los Menem está tenso: el escándalo por los contratos en Banco Nación o las valijas desde Miami podrían escalar si el fuego cruzado sigue.
Las Fuerzas del Cielo, nacidas como un grupo de choque posmoderno, hoy parecen más un club de fans herido que una fuerza de presión real. Y aunque puedan gritar desde las redes, la política ya no los escucha. Porque el algoritmo emociona, pero no construye. El poder está en el piso, no en la nube.
El cierre de listas dejó a la CGT fuera del juego político y expuso la crisis terminal de su conducción. Crecen las voces por una renovación profunda: un solo líder, voto directo y sindicalismo con proyecto.
Con un mensaje sin eufemismos, la secretaria general de la Presidencia marcó el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires y dejó afuera a sectores como Las Fuerzas del Cielo. Realpolitik pura: el que no tiene territorio ni obedece, no entra.
La expresidenta respondió con dureza a los dichos del futuro embajador de EE.UU. en el país. Acusó a Washington y al FMI de estar detrás de la campaña de Milei y comparó el momento con el histórico Braden o Perón.
El embajador de Estados Unidos pateó el tablero con declaraciones que insultan la soberanía argentina y terminaron alineando a gobernadores de todos los colores.
El gobernador tensó la cuerda hasta el final, presentó listas propias y obligó a Cristina y Massa a replegarse. El peronismo “en unidad” no nació del consenso: fue consecuencia del poder real que construyó Axel en la provincia.
Su pasado K, su paso por el macrismo y su salto final a la trinchera violeta incomodan a propios y ajenos. Pero mientras en redes la tildan de traidora, Leila Gianni se asegura un futuro: concejalía garantizada y banca para lo que venga, con o sin Milei. Ella fue afortunada y quedó afuera de la “meada”.
Mientras Damián Selci concentra recursos en las elecciones, el Parque de Invierno de Hurlingham ofrece un samba mecánico sin controles y similar a uno involucrado en un accidente. También hay juegos infantiles que podrían contener materiales con asbesto.
Este miércoles habrá cine, títeres, teatro, talleres y juegos en San Isidro, San Fernando, Tigre y Tres de Febrero.
El intendente confirmó su postulación como candidato a primer concejal, de cara a las elecciones legislativas en PBA.
Después de un fin de semana, cargado de incertidumbre entorno al cierre de listas de las elecciones legislativas de este año, el rumor estuvo presente sobre la posibilidad de que Diego Valenzuela sea un candidato testimonial para obtener visibilidad y luego apostar a un cargo más importante, conservando el poder en su municipio.
En los últimos años, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, ha llevado a cabo una serie de viajes al exterior que han despertado tanto interés como críticas. En 24 meses, hizo 23 viajes a distintos lugares del mundo.