
El gobierno bonaerense dio a conocer los primeros resultados de las elecciones legislativas en la Provincia, donde el peronismo se impone por amplio margen.
Con un mensaje sin eufemismos, la secretaria general de la Presidencia marcó el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires y dejó afuera a sectores como Las Fuerzas del Cielo. Realpolitik pura: el que no tiene territorio ni obedece, no entra.
Política 23/07/2025Karina Milei decidió hablar. Y cuando habla, se escucha. Pero esta vez no fue en clave mística ni con guiños simbólicos para iniciados. Esta vez bajó la línea con la claridad de una jefa de Estado: el armado de listas en la provincia de Buenos Aires no se discute, y el que cuestiona el cierre, está cuestionando al propio Presidente. Sin intermediarios, sin margen para la ambigüedad, la hermana de Javier Milei se plantó en la arena brava de la rosca electoral con una sentencia directa: "La lealtad no es una opción, es una condición".
El mensaje, dirigido en apariencia al universo amplio de La Libertad Avanza, tenía un destinatario interno preciso: el sector de Las Fuerzas del Cielo, referenciado en Santiago Caputo y orbitado por la tropa digital de Daniel Parisini, alias "Gordo Dan". Fueron ellos quienes quedaron casi completamente afuera de los armados definitivos. Y la respuesta de Karina no fue una explicación diplomática, fue un portazo ideológico.
Quien no tiene territorio, no tiene silla. La libertad de mercado también se aplica a la interna libertaria, y si no llevás votos, si no bancás una mesa en los distritos, si no construís estructura real, no hay lugar para el folclore tuitero. Lo que Karina está diciendo, sin decirlo, es que la gobernabilidad no se arma con memes. Y que la nueva etapa no admite adolescentes políticos.
Sebastián Pareja, el armador libertario en territorio bonaerense, lo reafirmó con elegancia y trazo grueso: "No hubo una decisión de excluir a nadie, pero hay que entender que esto no es un club de fans. Acá se priorizó el aporte real, el mérito, el trabajo. Y además, tenemos socios como el PRO que también merecen su lugar en las listas". Traducido: el purismo ideológico tiene un techo, y si no suma votos, queda fuera del reparto.
La referencia a la "tabula rasa" no fue casual: fue un recordatorio. Lo que no se adapta, se barre. Pablo Morillo, exfuncionario de Axel Kicillof, hoy figura en las listas libertarias, es el ejemplo perfecto. "Cualquiera tiene derecho a cambiar", justificó Pareja. El mensaje está claro: no se mide pasado ideológico, se mide utilidad presente. Y en la logística del poder, la convicción sin resultado no tiene valor de mercado.
La decisión de Karina generó ruido. Las redes del universo Caputo explotaron con lamentos, indirectas y teorías conspirativas. Pero en el ecosistema libertario, donde el verticalismo no se discute, la que manda es ella. Y la que elige, también. Porque Karina no solo tiene el cargo: tiene la firma, el WhatsApp y el afecto del Presidente. No hay otra interlocución posible.
Martín Menem, otro de los ungidos, salió a respaldarla sin rodeos: "El que critica a los candidatos, critica al Presidente". La fusión entre persona y cargo, entre lealtad y obediencia, ya no es sólo una narrativa: es una práctica.
La Libertad Avanza entró en su fase realista. Ya no alcanza con influencers ni con iluminados. El poder se mide en votos, en fiscales, en control territorial. Por eso el cierre de listas no es sólo una interna: es el retrato de un modelo de liderazgo. Y ese modelo tiene nombre y apellido: Karina Milei.
Los que quedaron afuera pueden twittear, protestar o fundar nuevos sellos. Pero ya entendieron que la jefatura no se comparte, ni se negocia. La jefatura se reconoce o se pierde en la nada. Porque lo que está construyendo Karina no es un espacio de debate, es un bloque de poder. Y en ese bloque, la disciplina vale más que la creatividad.
La provincia de Buenos Aires es el campo de batalla mayor, y Karina lo sabe. Por eso repite que "no vinimos a negociar con los restos del viejo sistema", aunque haya reciclado nombres, pactado con el PRO y aceptado candidatos de pasados dudosos. Porque el discurso es fuego, pero el armado es lodo. Y ella no le teme al barro.
Karina Milei bajó la línea y no la va a subir. No hay tibieza ni nostalgia en su modo de ejercer poder. Lo que hay es un aviso: en la nueva etapa de La Libertad Avanza, el que no se disciplina, desaparece. La lealtad no es retórica: es la moneda con la que se paga el acceso al futuro. Y el que no entienda esa lógica, que se vuelva influencer. Pero fuera del mapa.
Porque en la Argentina de Milei, la que está armando de verdad se llama Karina. Y no está preguntando quién quiere subirse al barco. Está diciendo, con voz seca y mirada firme: remá o bajate.
No importa Derecha Fest: manda el territorio
A esta altura, ya debería estar claro: la rosca no se hace con likes, se hace con fiscales. Mientras el ecosistema de Las Fuerzas del Cielo arma flyers galácticos, cadenas motivacionales y estética de conventillo virtual, Karina Milei y Sebastián Pareja hacen lo único que importa en año electoral: ponen nombres en listas, sellan acuerdos con estructuras y patean territorio.
No importa cuánto ruido hagan los influencers libertarios, ni cuántos reels produzca el aparato digital de Caputo. Porque al final del día, en la provincia de Buenos Aires y en cualquier otro distrito del país, el que no tiene puntero, no tiene poder. Y eso Karina lo entendió antes que todos. Por eso no hay margen para el sentimentalismo libertario: no entra quien representa una estética, entra quien representa votos.
La política, incluso la más disruptiva, necesita de una cosa básica: estructura real. Y mientras algunos arman Derecha Fest para contentar a las redes, otros arman boletas, cierran listas con sectores del PRO, y aseguran que los candidatos no sean solo “de la causa”, sino que tengan chances de ganar.
Por eso hoy Las Fuerzas del Cielo están en retirada: no porque sus ideas no sean libertarias, sino porque su mística no mide en el conurbano. Y si no medís en el conurbano, no existís. Así de crudo. Así de cierto. Así de Karina.
El gobierno bonaerense dio a conocer los primeros resultados de las elecciones legislativas en la Provincia, donde el peronismo se impone por amplio margen.
El Sindicato de empleados y obreros de comercio y afines (SEOCA), fue el escenario donde Fuerza Patria de Marcos Paz, llevó a cabo el cierre de campaña.
Con la economía en recesión, las transferencias recortadas y el oficialismo golpeado por el caso ANDIS, los gobernadores aprovechan la fragilidad de Javier Milei para reposicionarse.
La diputada exmileista respondió a la acusación del jefe de Gabinete por “conspirar contra el Gobierno” y lo denunció penalmente por no formalizar una causa ante la Justicia. La rosca libertaria suma otro capítulo de fuego cruzado con sabor a autodestrucción.
Tras el revés en el Senado, el Gobierno debate si judicializar la Ley de Discapacidad o simplemente dejarla dormir en un cajón. Con el Presidente ausente del país, el oficialismo se enreda en sus propias torpezas y enfrenta un costo político que no sabe cómo administrar.
En Tigre, Julio Zamora cerró la campaña de Somos Buenos Aires con críticas a Kicillof y respaldo de referentes nacionales.
Eva Andreotti se impuso con el 61% en San Fernando, muy por encima de La Libertad Avanza (27%) y SOMOS (3%).
Fuerza Patria se impuso en Tigre por muy poca diferencia con el 35,34%, relegando a La Libertad Avanza (35,06%) hasta el cierre de esta edicion con el 84,99% escrutado, dejando golpeado al oficialismo de Julio Zamora.
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