Los pilares de una vida sana según Andrew Huberman

Internet se ha convertido en el terreno de los rápidos consejos y fáciles soluciones para el automejoramiento.

Actualidad02/05/2024
NOTA

Gran parte del contenido que prolifera en podcasts y en redes sociales son consejos más o menos cortos, de supuestos expertos que prometen velozmente transformar tu vida, generalmente con el menor esfuerzo. Habiendo dicho eso, dentro de este terreno insidioso, hay alguien que se destaca con un nivel generalmente superior y ciertamente más confiable que el promedio (aunque recientemente ha sido objeto de un ataque mediático por aparentemente tener múltiples parejas): Andrew Huberman, un destacado neurocientífico de la Universidad de Stanford, se ha convertido en la fuente más buscada para optimizar la vida con base a protocolos científicos.

Huberman considera que estos son los cinco pilares de una vida sana. Más allá de buscar soluciones mágicas o productos milagrosos, Huberman propone centrarse en cinco pilares fundamentales para fortalecer tanto la salud mental como física: sueño, luz solar, movimiento, nutrición y conexión social. Aunque la mayoría son evidentes, no está de más recalcar en ellos y entender por qué son tan importantes.

 

Sueño: Huberman enfatiza que dormir las horas suficientes es el mejor aliviador de estrés, liberador de trauma, potenciador inmunológico y estabilizador emocional. Recomienda establecer una rutina de descompresión antes de dormir, mantener horarios regulares de sueño y asegurar un ambiente oscuro y fresco para mejorar la calidad del descanso.

 

Luz Solar: La exposición a la luz solar, especialmente por la mañana, es crucial para regular el ritmo circadiano del cuerpo. Esto no solo ayuda a despertar al cuerpo, sino que también facilita un mejor descanso nocturno. Además, la luz solar es una fuente esencial de vitamina D, vital para fortalecer los huesos y el sistema inmune, y potencialmente beneficiosa para la función cerebral y la memoria.

 

Movimiento: La actividad física regular es fundamental para mantener el cerebro y el corazón saludables y para reducir el estrés. Huberman sugiere incorporar una combinación de resistencia, movilidad y cardio en la rutina semanal, acorde con las pautas nacionales que recomiendan al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a vigorosa por semana, complementados con entrenamiento de fuerza.

 

Nutrición: Adoptar una dieta equilibrada rica en una variedad de alimentos integrales, como frutas, verduras, nueces, semillas y legumbres, es crucial. Estos alimentos no solo nutren y mantienen el cuerpo saciado por más tiempo, sino que también fortalecen el microbioma intestinal, mejorando la función inmune y cerebral. Huberman también reconoce los beneficios del ayuno intermitente, que puede reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, obesidad y diabetes.

 

Conexión Social: En un mundo donde la soledad se ha convertido en una epidemia, mantener conexiones sociales sólidas es esencial para la salud mental. Estar socialmente conectado puede reducir el riesgo de demencia, depresión y ansiedad, y es tan vital para nuestra salud como la dieta y el ejercicio. Participar en voluntariado, grupos de actividades o hobbies puede fortalecer este sentido de conexión.

 

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