El Capitalismo luego del Capitalismo

Se dice que el clima en Felixstowe (Suffolk, Inglaterra) en los meses de enero y febrero alcanza muy bajas temperaturas, entre los 2°C y 8°C, en días extensamente nublados, con posibilidades de llovizna.

Actualidad11/06/2024
NOTA 1 POSTCAPITALISMO

Además, la humedad se condensa debido a la proximidad con el mar del Norte, de manera tal que el viento puede hacer que la sensación térmica sea más fría de lo que indican las temperaturas. La luz del día es limitada, con amaneceres tardíos y atardeceres tempranos, lo que nos deja inevitablemente en una atmósfera gris y fría.

Podría imaginarme, entonces, que el teórico cultural y filósofo británico Mark Fisher se quitó la vida en una sombría y helada tarde del 13 de enero de 2017, en Felixstowe, Suffolk, Inglaterra. Se sabía que Fisher había luchado durante años con la depresión, un malestar que se permitió autoanalizar en su pequeño texto Bueno para nada. No solo eso, sino que también comprendió dicha inestabilidad psíquica en el marco de un proceso estructural que la hacía posible. Aun así, su suicidio a los 48 años enmudeció a colegas académicos, así como a su gran comunidad bloguera y universitaria que seguían en tiempo presente su obra en ciernes. Si bien se formó en literatura inglesa en la Universidad de Hull y completó su doctorado en la Universidad de Warwick, donde se involucró con la Cybernetic Culture Research Unit (CCRU), Fisher siempre fue un pensador algo extranjero a los medios académicos tradicionales, más bien una rara avis del mundo del blog. 

Con respecto al contenido del texto, podemos sintetizar cinco puntos centrales:

1. ¿Qué es el postcapitalismo? Pregunta abierta para mentes cerradas. Es una excusa teórico-epistémica para dialogar con el así llamado aceleracionismo. Este, en la versión ortodoxa de Nick Land, se comprende como una disposición de trascendencia cultural mediante la profundización acelerada de los agregados tecnológicos y económicos del capitalismo, empujándolo hacia el límite extremo hasta desencadenar una crisis que lo haría insostenible. Sería prácticamente un bucle hacia adentro. Por ende, solo podríamos pensar en un capitalismo más allá del capitalismo, en la exacerbación deseada de sus consecuencias tecnológicas y económicas

2. El problema de la escasez artificial (como contradicción secundaria). Concepto con el que Fisher reflexiona sobre la condición producida por el capitalismo contemporáneo, resultado de la imperante presencia de las tecnologías comunicativas en nuestras vidas cotidianas. El autor postula que estas generan una sensación de falta de tiempo, dinamizando (artificialmente) la percepción de que nunca tenemos suficiente tiempo para realizar todas nuestras actividades. Además, la escasez artificial no solo limita la percepción de un tiempo disponible que nunca alcanzamos, sino que también obtura toda posibilidad de constituir una conciencia colectiva. Allí donde no hay tiempo para concretar la sobrecarga de actividades (en su mayoría individualizantes) se postergan, también, los escenarios que edifiquen una conciencia grupal de la experiencia común.

3. Tramas que enlazan el deseo con el capitalismo, pensado ahora en términos de clase. Fisher retoma textos clásicos de Marx y de Georg Lukács para comprender, en la articulación situada en contexto de clase, la existencia de una forma de dominación. El capital impone obstáculos, genera impedimentos para la posibilidad de crear y reproducir una conciencia de grupo (que antecede a la conciencia de clase) que haga inteligibles colectivamente los problemas individuales. En este sentido, el capitalismo actual dinamiza condiciones estructurales para que las personas tengan disposiciones temporales conflictivas con la estructura propias de la economía. 

4. La dimensión emocional de la conciencia de grupo. Fisher afirma que el grupo se hace consciente de su condición de grupo, de la posibilidad de erigir una empresa colectiva que se derrame por fuera del dominio de sus individualidades, cuando se desarrolla (se organiza) un resentimiento (bronca) como fuerza motriz. En esos mismos términos, paradójicamente, se hace posible el ascenso electoral de programas de la derecha neoliberal, con apoyo de los sectores más vulnerados. En el caso Trump, Fisher observa el triunfo de la paradoja de la expresividad millonaria, desprovista de recurso material, es decir, la actitud de ser rico sin posibilidad de serlo materialmente. Se da una especie de captura identitaria que permitió neutralizar, obstaculizar, obturar e imposibilitar la conciencia de grupalidad. 

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