Espinoza: inseguridad y estrategia política a un mes de las urnas

Dos crímenes en 48 horas reavivan el debate por la inseguridad en el distrito más poblado de la provincia, con la campaña electoral en el medio.

Región 17/08/2025
Espinoza inseguridad y estrategia política a un mes de las urnas

En menos de dos jornadas, dos crímenes sacudieron a La Matanza. El jueves, la preceptora Rita Suárez, fanática de La Renga y referente escolar en González Catán, fue asesinada delante de su hijo durante un intento de robo. Al día siguiente, un capitán de la Bonaerense abatió a un motochorro en San Justo y el cómplice huyó. Ambos hechos expusieron la crudeza de un distrito donde el miedo avanza a pasos agigantados.

La Matanza registra la tasa de homicidios más alta de la provincia de Buenos Aires. Con más de 150 muertes violentas en 2024 y un promedio de 90 robos diarios, los vecinos sienten que las calles dejaron de ser seguras. Las críticas apuntan a la falta de coordinación entre la policía local, la bonaerense y los sistemas de seguridad municipal, a pesar de las promesas de más cámaras y patrullajes. Mientras la percepción de impunidad crece, también lo hace la demanda ciudadana de respuestas urgentes.

A semanas de las elecciones bonaerenses, la inseguridad domina las agendas de campaña. Los candidatos de la Libertad Avanza lanzan discursos de “mano dura”, propuestas para reforzar comisarías y endurecer penas. El oficialismo de Espinoza por su parte insiste en mostrar nuevas unidades de monitoreo y planes de prevención en barrios vulnerables. Sin embargo, ninguna oferta tranquiliza del todo a una población que ha normalizado el asalto como parte de su rutina diaria.

En este contexto, el intendente Fernando Espinoza vuelve a postularse como cabeza de lista de concejales de Fuerza Patria, aun sin intención real de ocupar la banca. Su estrategia testimonial busca garantizar el control interno del distrito, pero manteniéndolo lejos del Concejo Deliberante. Críticos internos y adversarios acusan a Espinoza de priorizar maniobras tácticas antes que comprometerse con un plan legislativo concreto para enfrentar la criminalidad. La jugada politiza aún más el debate de seguridad: ¿un intendente testimonial puede legislar soluciones reales?

Los vecinos, hartos de las posturas de campaña, reclaman no solo promesas sino resultados tangibles. Vecinos de distintas localidades exigen salas de monitoreo abierto, mejores salarios para policías y coordinación entre municipios colindantes. Organizaciones sociales proponen programas de inclusión para jóvenes en riesgo de caer en la violencia. La pregunta que resuena en cada casa es si la clase política podrá traducir estas urgencias en acciones concretas o si, una vez más, la inseguridad será la gran ausente en el Concejo Deliberante.

 

La Matanza llega a las urnas con la inseguridad como eje central, y con un intendente que opta por su candidatura testimonial. En un distrito históricamente controlado por Espinoza, la apuesta oficialista se mide más en estrategia de poder que en soluciones de fondo. El electorado, consciente de esa paradoja, buscará castigar la simulación política con su voto. El 7 de septiembre no solo definirá bancas: será la prueba de fuego para demostrar si, después de tantos años de gestión, La Matanza puede romper el círculo vicioso de la inseguridad.

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