
La inseguridad alimentaria alcanzó niveles récord en Argentina: más de 4 millones de chicos no acceden a una alimentación adecuada. Crece el malestar social, con un Estado ausente y hogares que ya no aguantan.
La decisión del Presidente en medio del fuego entre Irán e Israel quiebra la tradición de política exterior del país y abre un "nuevo paradigma", advierten los analistas.
Actualidad16/04/2024La neutralidad ha sido siempre la posición argentina
La decisión de Javier Milei de involucrar a la Argentina en el conflicto en Medio Oriente entre Israel e Irán con un giro tan radical a la tradicional posición de la diplomacia nacional no registra antecedentes. Aún durante el alineamiento de Carlos Menem a EE.UU. en los '90, coinciden los analistas, el protagonismo en la región no se planteó en términos tan contundentes, propios del estilo que a esta altura ya es el sello ineludible del Presidente libertario. Todo esto puede traer consecuencias.
"Argentina ha tenido una posición histórica de no alineamiento con respecto a los diferentes conflictos en Medio Oriente. Por un momento, eso cambión en lo que fue la Guerra del Golfo cuando Argentina mandó un par de fragatas para participar del conflicto. Pero incluso su posición entonces fue para cumplir con la Casa Blanca", comenta a este medio Ezequiel Kopel, autor de "Medio Oriente, Lugar Común" y "La Disputa Por El Control De Medio Oriente".
Aún esa jugada política del entonces presidente Carlos Menem no puede desentenderse de un contexto específico en el que muchos países participaron y todos del lado de Estados Unidos y Kuwait -hasta Siria y Turquía se alinearon con Washington- y conformaron una coalición de más de 30 estados.
"En este mundo tan dividido, a la Argentina no le produce ningún beneficio un alineamiento irrestricto con alguno de los lados -añade Kopel-. Hoy no te garantiza beneficios de por sí. Y a la Argentina, por su ubicación geográfica, no creo que le traiga ningún beneficio esa posición".
La equidistancia que caracterizó a la Argentina no ha estado exenta de las marcas que le imprimieron los gobiernos de turno, moviéndose en lo retórico dentro de las grandes bandas de la tradición diplomática de la no intervención, entre el cuestionamiento más duro de Cristina Kirchner al accionar bélico de Israel y el acercamiento de Mauricio Macri a Benjamín Netanyahu.
"Según las declaraciones del Presidente, estamos frente a un nuevo paradigma de política exterior, que consiste en la alianza con las democracias occidentales. Entendiendo a Israel como una de ellas, como una de esas democracias occidentales", señala ante este medio el profesor de la Universidad Austral, Said Chaya, especialista en las dinámicas que determinan el funcionamiento de esa porción del mundo.
Y destaca que si bien la política exterior no fue un tema preponderante en la campaña, Milei siempre fue claro en lo ateniente a esta aproximación y esta alianza incondicional que ahora plantea. "Está legitimado para tomar este tipo de decisiones, porque en definitiva es lo que la gente acompañó con su voto", asegura.
La nueva doctrina de política exterior quedó plasmada en el comunicado de la Cancillería de las horas posteriores al ataque de Irán. "El Gobierno de la República Argentina condena categóricamente el ataque sin precedentes de la República Islámica de Irán contra el Estado de Israel y reafirma su apoyo al legítimo derecho de Israel a la defensa de su soberanía".
La percepción social no avala el discurso beligerante propio de la intensidad de las redes sociales. Tampoco pareciera rubricar semejante giro en las relaciones internacionales. En un tuit, el consultor Gustavo Córdoba mostró las estadísticas detrás de una pregunta en un relevamiento sobre las ideas de Milei, puntualmente, enviar soldados argentinos a la guerra entre Rusia y Ucrania: el 79% se manifestó en contra.
Aparentemente esta nueva doctrina lo que hace es apoyar radicalmente la posición israelí. Nuestro país ha dejado de votar no solamente a favor del cese al fuego, sino incluso de condenar las acciones que Israel ha llevado adelante en Gaza, donde han muerto más de 30.000 personas.
Como estrategia común del grueso de los gobiernos, la política exterior argentina enfocada en aquella región ha tenido como objetivo central la de vincularse con esos estados no solamente a nivel estrictamente bilateral, sino sobre todo en ámbitos internacionales, fundamentalmente Naciones Unidas. En este ámbito, el eje dominante ha sido el reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas.
La República Argentina ha intentado siempre que los países de Medio Oriente respalden la posición del país en su disputa territorial con el Reino Unido.
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