
Ni Cristina, ni La Cámpora, ni la ley: Martín Sabbatella lanza una cruzada solitaria de carteles y pasacalles prohibidos, en busca de volver al poder con fondos que nadie controla y aliados que sorprenden.

De ACUMAR al municipio de Morón, Sabbatella perfeccionó un método: usar la política como plataforma de sueldos para familiares sin funciones concretas.

El Gobierno redujo un tercio el presupuesto para pacientes oncológicos pediátricos y no ejecutó ni un peso del fondo previsto. La atención se vacía, las familias quedan solas, y la política se desentiende.

La relación entre el Presidente y su Vice quedó rota. Javier Milei acelera con Patricia Bullrich como nuevo alfil política, mientras Victoria Villarruel, sin retorno, comienza a construir su propio espacio. El gobierno pierde cohesión y se reconfigura el mapa del poder.

Con calles llenas de baches y vecinos colapsados, Damián Selci elige esconder su fracaso detrás de un nuevo “call center” municipal con que difunde promesas falsas de campaña a través de trabajadores precarizados.